Buscar este blog

domingo, 28 de noviembre de 2010

Leyenda del Algarrobo

Leyenda del Algarrobo
Hace muchos años, había en el bosque santiagueño una plantita pequeña, enfermiza, casi raquítica se diría que creció entre otras especies también pequeñas, como las jarrillas, los garabatos, los cachiyuyos y otras en general no servían para nada. Tan sencilla y humilde, que era una mas perdida en el bosque.
Por ese día crecía hermosa como una flor una niña, hija del cacique más importante de la comarca. Con el paso de los años, la hermosa niña se convirtió en una mujer, más bella aún, largos cabellos negros como azabache, ojos grandes oscuros, piel blanca u delicada, y una figura excepcional, además era simpática, agradable y sencilla. Por supuesto era pretendida por los hijos de otros jefes que solían pelear entre si pretendiendo de alguna manera ganar sus favores. Pero todo era inútil, ella ya había entregado su corazón a un humilde y pobre guerrero de la tribu. Esta elección, una vez conocida por su padre, le había acarreado algunos disgustos, pero ella joven, decidida, rebelde, ansiaba casarse con su enamorado.
Fue vana la exigencia de su padre, la invocación a los espíritus de parte de los hechiceros, los sacrificios ofrendados a los dioses para que convencieran a la joven. Todo lo contrario ella se aferraba mas a la ilusión y los enfrentamientos con su padre crecían.
Un día la joven caminaba por los bosques cuando de pronto escuchó una voz que parecía venir del cielo que le dijo:- Hija, tu capricho es descabellado, debes razonar, seguir la leyenda de tus mayores, la tradición de la tribu y el rango de tu familia, así lo imponen.
La joven no contestó, buscó a quien le hablaba pero al no encontrarlo siguió su camino, pero nuevamente la voz se hiso oír. – No es sencillo ir contra las costumbres. Pero si tanto quieres o pretendes un hombre de diferente condición a la tuya, yo te convertiré de ejemplo para los que vienen detrás. La gracia que te concederé no será para la utilidad de uno, será para esa clase de gente que tanto quieres… si aceptas dímelo.
La joven no dudó y pensando que, quién le había hablado era uno de sus dioses le contestó: - Bien Padre creador de todas las buenas intenciones y dueño de los más humanos respetos, siempre que tu gracia sea para los más humildes, toma de mi lo que más quieras, hasta mi vida te daré si es para los más pobres. Entonces la voz que le había hablado y que era del Dios que todo lo puede, le dijo: - Hija del cacique mayor de los bosques, creyente sincera de los humildes, flor de los montes más cerrados, no serás en vida para el hijo de un cacique ni para el hijo de un indio pobre, serás por mi disposición para todos los pobres, El Tacko – continuó diciendo la vos- que es la imagen de los humildes, tendrá en su ser todas las virtudes. Yo ordeno que de este instante sea fuerte como tu cuerpo, coposo y amplio como tus anhelos y verde como tus esperanzas, su flor será espiga de dulces cosechas y sus frutos vainas de oro de donde saldrán: harina, comidas y licores, y con sus cuerpos y sus ramas podrán construir sus nidos de amor nuestros hermano y hasta de sus raíces se extraerán tintas para teñir sus vestidos. El Tacko será un árbol con alma, como eres vos un alma con fortaleza de árbol.
La vos del bosque calló, el aire se volvió más transparente y desde el lugar en que estaba la bella india, un viento suave en forma de huaira muyoj la envolvió a la joven ya la hizo desaparecer.
Mientras tanto los hombres de la tribu que se habían reunido para buscar a la hija de cacique, vieron con asombre como el tacko en suave torbellino comenzaba a volverse coposo, grande y grueso. Fue entonces que nuevamente la vos que parecía venir del cielo les dijo: - No busquen a la niña, las virtudes de ella ahora están en los dones de este nuevo árbol, su alma se ha adentrado para siempre en la vida de los Tackos.
Calló la vos y los nativos observaron asombrados y en respetuoso silencio la metamorfosis del tacko que se estiró en coposo ramaje de hojas verdes, y en flores amarilla.
Bibliografía:
La leyenda del Algarrobo. En: “Cuentos y Leyendas Santiagueñas II”, José A. (Chingolo Suarez)- Santiago del Estero. Ed. Independiente, 58 – 61 pp : 21x15 cm.
ISBN: Derechos de autor en trámite

No hay comentarios:

Publicar un comentario